por Santiago Bonifatti
Ante la ausencia del Intendente Carlos Arroyo en el acto del 2 de abril y la realización de una ceremonia “paralela” al histórico acto del Centro de Ex Soldados Combatientes en el Monumento a los Caídos, en conmemoración del Día del Veterano y los Caídos en la Guerra. Una vez más, Arroyo demuestra no sólo su falta de diálogo sino también su falta de humanidad. Este intendente hace de su accionar personal un hecho de Gobierno y de Estado que hoy repudiamos por inaceptable. Ese no es el camino de conducción para nuestra ciudad.
Los ex combatientes son la prueba viviente del horror que atravesaron nuestros héroes en Malvinas. En sus ojos está la mirada de quienes combatieron, en su dolor el dolor de un pueblo entero. Pero fundamentalmente en ellos habita el orgullo de todos nosotros. Negarlos es negar nuestra historia viviente. La conmemoración es con ellos, no se trata de un simple acto.
Un acto de Malvinas sin los Ex Combatientes de Malvinas es la expresión más cabal de la omnipotencia, la sordera y la falta de humanidad de quien gobierna la ciudad. No puede ni debe ser respaldado por nadie, porque avalar semejante decisión es re victimizar a quienes lo dieron todo por su país y aún no fueron reconocidos como merecen.
Nuestros caídos deberían descansar en paz sabiendo que sus hermanos soldados son respetados y cuidados por lo que son: héroes.
El intendente debería representar los intereses de la ciudad y bregar por hechos de diálogo y consenso, acercar posturas disímiles y mediar en pos de una ciudad que necesita salir del abandono. No obstante Arroyo continúa tomando decisiones que no son inocuas, que lastiman y producen daños irreparables. Esta no es la forma en que Mar del Plata pueda salir adelante.
(*): Concejal de Sumar por Mar del Plata.